Otro dia...
Una cena rica, quizás
no la mejor, pero una cena. Alimentarse y disfrutar comiendo, puede que tenga
que ver que he podido comer a gusto, sola, tirada en la cama. Casi con ansia,
porque apenas me ha durado la comida en la mano.
Llevo más de 24
horas en la que solo puedo describir mi situación como la de una peonza…
girando sin parar, sin sentidos, girando mientras esquivo los baches sin perder
del todo el equilibrio. Girando mas de 24 horas sin parar. Aun no sé cómo he
sido capaz de comer… solo trato de cumplir objetivos. Parece mentira mis
intentos caóticos de perfeccionismo, yo que siempre dejaba los deberes sin
hacer y los hacia 5 minutos antes de clase. Ahora parece que me obligo a ser
persona, a tener una responsabilidad que siempre envidie en los otros. Solo es
el inicio, no obstante, y sé que caeré mil veces en el camino.
Leí algo de
cartas de perdón, sanar… quizás tenga que perdonar muchas cosas de las últimas
semanas, meses, años… pero también creo que me siento tan culpable pero sin
ganas de justificarme o de seguir pidiendo perdón por una vez en la vida. Acepto
mis salidas de tono, acepto que no supe afrontar las circunstancias de mejor
modo. Acepto que hice de mi vida un rincón aislado del que no hice a nadie más
participe… necesitaba un refugio para tanta decepción aunque realmente nunca
deje de confiar o me marche del todo. Creía que debía perdonarme a mí… pero no está
funcionando. No sé si tengo las fuerzas
de perdonar a alguien ahora tampoco… todo esta doliendo demasiado, a cada
segundo…
es muy reciente y otras cosas son tan viejas y aun no he podido
digerirlas, creo. El perdón no es una tarea fácil, aunque lleve tiempo intentándolo.
La aceptación de lo que nos ha pasado puede ser medianamente posible, la aceptación
de quien nos daño estaba dolido es un concepto fácil de entender, difícil de
comprender, ahora casi imposible de perdonar. Y es una mierda saber que no
puedes perdonar al que te hizo sufrir de un modo semiconsciente, y que no
puedes perdonar a las personas dolidas como tú que no saben dar o pedir amor.
En realidad, no soy capaz de aceptar lo que soy, siento que soy culpable de algún
modo y merecedora del dolor. Supongo que quedan muchas sesiones de repetirme lo
contrario, practicas frente al espejo hasta poder soportar la imagen que veo al
otro lado. Seré algún dia la persona risueña que aparento ser o que parecía ser
hace no demasiado? Sera el perdón la clave de todo? Seré capaz de perdonarme a
mi o al resto?
No me entra en la
cabeza no haber podido salvar tantas situaciones, no me entra en la cabeza ser
la culpable de las derrotas de mi vida. Y aunque veo que no toda la culpa fue mía,
no queda más que una retirada avergonzada por no haber sabido ser mejor de algún
modo. Por no haber sido más valiente y haber dado el portazo antes, o por no
ser más dócil y haber manejado todo esto de otro modo. Pero siento que haga lo
que haga esos pensamientos erróneos sobre mi persona me perseguirían… de una
manera u otra soy mi peor critica. Como ser suficiente para el mundo cuando no
me siento lo suficientemente humana para merecer una vida plena?
Pero empezare por
perdonar mis desconfianzas, mis miedos y temores. Me perdonare por dejarme
arrastrar por sensaciones efímeras y por sentimientos que no son más que
espejismos que enturbian mi realidad para hacerla más llevadera a veces, mas
convulsa a ratos. Me perdonare por lo que soy y por lo que no lograre ser
nunca, por la persona que soñé ser algún día y que no será. Por no ser hija modelo,
mujer devota, amiga fiel, ser perfecto. Me perdonare por no aceptar mis
imperfecciones ni las de un mundo que me vendieron como perfecto, perdonarme
por creer en cuentos de hadas y no saber ser más que la maléfica del cuento. Me
perdonare por no saber distinguir entre las verdades y mentiras; por impulsarme
a creer lo que mi alma sabía que no era cierto. Me perdonare por ser demasiado
sensible a ratos y demasiado fría a tiempos… me perdonare por no saber
perdonarme. Me perdonare por no saber ser flexible y que esa inflexibilidad de espíritu
se vea reflejada en cada de mis relaciones personales. Por no permitirme ser
humana ni respirar hondo, por no permitir a lo demás equivocarse o decidir
abandonarme. Deseo perdonarme por haber forzado las cosas de un modo
desesperado esperando resultados diferentes y no haber sido madura para aceptar
la derrota a tiempo. Perdonarme por arrastrarme hasta el infinito mientras me
daba asco a mí misma, por no valorar lo que soy mientras espero que lo demás lo
hagan. Perdonarme por saberme tan bien las teorías pero no tener ni puta idea de
cómo aplicarlas.
Regalar consejos,
amor, comprensión, ayuda… todo lo que me gustaría recibir… lo vacio en un mundo
que me golpea una y otra vez mientras me dejo. Como si quisiera ser un mártir que
se gana el cielo en vida, como si quisiera ser una santa para limpiar todos mis
pecados. Pero no puedo ser perfecta, ni dar lo que no he recibido, ni aceptar
lo que me da miedo…
Y son muchos años
de dolor, de arrastrarme en la locura… tantos que extrañaría no ser de este
modo si mañana este trastorno se hubiera evaporado… es una especie de adicción a
no amarse, a ser distinto. Recrearse en las miserias… poder ser el protagonista
de una novela dramática. Siempre al límite, pocas veces cuerdo. Con una cordura
amarga, que solo ve la parte oscura de las cosas. Y al final la pregunta que me
hago es si sería capaz de ser de otro modo, de sentir diferente sin dejar de
ser yo; si la sanación significa renovación o muerte, si la sanación es ser
quien de verdad soy o es serla que siempre negué ser, o quizás ser la que nunca
pude ser… Existe la sanación o el conformismo, la aceptación o la resignación?
No sé si esto es
duda o pesimismo, no sé si esto es avanzar o retroceder… quizás solo este
estancada para no encarar de nuevo las responsabilidades, los cambios, los
miedos que me acechan como un perro rabioso que huele la inseguridad. No sé si
esto existir o desaparecer… si es sentir o anestesiarme, si es coherencia o discordancia…
todo me suena a lamento de psiquiátrico. Todo me suena a borracho resignado, todo
suena a solterona desencantada… a desesperación hecha palabra.
Un freno mas a
esta vida loca, a una existencia pasiva, a un sufrimiento activo, a una locura
escondida bajo la máscara de la normalidad, locura con cara de inmadurez…
locura con cara de niña que no sabe lo que quiere. Locura que nunca se cura,
locura que todo lo impregna… que cada vez es más difícil de ocultar. Soy yo la enferma
o lo es el mundo? Soy la que padece o la que castiga? Alguien bueno, alguien malo?
No hay respuestas
en un mundo de dudas, no hay salida en un túnel oscuro… no hay remedio a una
mente trastornada, no hay sanación para el alma herida. Pero seguiré intentándolo
por si solo es pesimismo y me equivoco, por si hay alguna salida que aun no he
visto, por si solo es cansancio y mañana será otro día… y pasado mañana quizás hasta
sea otra vida.
Comentarios
Publicar un comentario