Terapia y pizza

Noche de terapia y pizza para cenar. 

 Soledad bendita, hoy me alegra escuchar el sonido de mi teclado, suave, sobre el silencio. 

Muchas ideas en la cabeza y un solo lugar al que acudir, mi bendito blog; tú que nunca me abandonas. Lugar donde soltar mucho de lo que se me pasa por la cabeza... pero no todo, no habría tiempo para nada mas a veces. Me olvido del resto, en este momento no hay mañana y no tengo más obligaciones que decir lo que me apetece decir en este momento. Ser yo, sin necesidad de ocultar mi trastorno.

Psicoterapia, me empiezo a preguntar como antes vivía sin ella. Me estoy volviendo demasiado vulnerable... está claro que siempre he andado como barco sin un faro. Puede que esta sea por fin mi oportunidad de llegar a buen puerto. 

He descubierto como mis ideas han cambiado, ahora me planteo cosas diferentes... y deseo tanto que esta vez no sea solo de boquilla o pensamiento. Aprendiendo de mi en terapia que pido permiso y busco la aceptación, permiso y aceptación  para ser, para vivir, casi para respirar, para todo. Pero luego, nunca me doy permiso de no tratar de ser perfecta en todo momento; querida eso no existe y menos con el TLP. Cuando aprenderás?

Es un momento en el que prácticamente solo puedo contar conmigo para salir adelante, al menos de manera incondicional y constante. Yo aquí tratando de amarme, y parece que ese es un objetivo también a largo plazo, demasiado grande. En terapia me comentan que con que haga mis rutinas básicas parece que ya es bastante más de lo que hago por mí ahora mismo. Y es en estos momentos cuando veo mi necesidad de volar sola, de verme sola y ver que puedo con el mundo, o que quizás el mundo pueda conmigo. Está empezando a nacer en mi un chispa de curiosidad, finalmente puede que otra vida sea posible.

Me siento tan pequeña, como cuando le he preguntado al terapeuta si esto acabara alguna vez… como si no supiera ya la respuesta. 
Como si no supiera que siempre sentiré esto en mayor o menos medida, y que según él todo es un entrenamiento para que yo actúe de modo distinto, pero nada más. Es dejar de hacer caso a mis estímulos, a veces tendré que dejar de hacer caso a mi mente. Es muy difícil eso… pero esta esa opción o seguir como hasta ahora. Seguir como hasta ahora no parece una solución, ya que veo desde fuera como me deterioro en todos los sentidos… Y hoy en el trabajo me han dicho que donde esta esa mujer alegre que solía ser hace un mes (al menos parece que lo he sabido llevar con dignidad hasta entonces). Y tener que aguantar las lagrimas cuando te hacen esa pregunta, decir que estas cansada y que volverás a estar bien. Y cuando te sientes el ser mas infeliz, incomodo y que no encaja en ningún momento, en ese instante en que saldrías corriendo cual novia a la fuga, haces una rápida respiración y pintas una sonrisa más que falsa en tu cara… mientras dices sentirte bien, al menos mejor.

Cuando ya no hay mascaras que puedan cubrir la pena, la angustia, cuando la pérdida de peso se hace visible y las ojeras son un complemento mas; parece que entonces es cuando ya estás en el fondo del pozo. Y ves como hay gente que parece interesado que salgas de ahí… pero no imaginan la profundidad del hoyo… estas tan lejos que sus voces solo son breves susurros y ellos una imagen alejada y difusa.

Se me ocurre una curiosa comparación de lo que es vivir con el tlp. Es curioso que no esté socialmente aceptado cuando se nos puede, a veces, comparar con la malvada del culebrón… pasional, que se deja llevar por la furia del momento, un poco loca pero con ese punto que también cautiva, movida por sus instintos primarios. Que todo lo ve como una traición o un ataque personal. Por que es aceptado ese personaje en un roll play o en una caracterización pero en la vida real nos parece algo casi extraterrestre. Quizás la hipocresía social es una carga a veces más grande que el propio trastorno, para mi desde luego lo es y no soy capaz de hacerlo público.

No comparto mi diagnostico con casi nadie, y creo que no ayuda mucho compartir que ves a un psicólogo. Al final quien busca la solución es más criticado que el que la tapa y sufre en silencio. Yo sé que estoy buscando un camino mejor, porque mi trastorno a quien mas daño hace es a mí misma. Y ya creo que debo de dejar de sentirme culpable por situaciones, personas, frases y percepciones. Aunque haya partes de mí que no me gusten, no puedo seguir negándome que estén ahí, y que pese a mantenerlas en la sombra, a veces salen. Y ahora que estoy en este pozo, me es más fácil ver todo lo que me ha llevado aquí y como muchas veces creía que la solución era seguir criticándome mientras rezaba en secreto para un día despertar y ser NORMAL. Creo que ha llegado el día de crecer y de decirme… ser normal no existe, pero aun menos en tu diccionario. Esta vez me conformare con ser YO. 

No puedo aspirar a nada mas, no puedo ser perfecta, no puedo dejar de lado este trastorno que es parte de mí en tantos sentidos; en parte me hace buena, en parte no tan buena, en parte muy dañina…

Quizás, aunque nunca fue mi favorita, deba ser la mala del culebrón. He de admitir que siempre me sentí algo identificada con la mala de la película.. Siempre había algo que me llamaba la atención. Sera esa forma visceral de trasgredir las normas, será esa forma de sentir como si el mundo se acabara mañana… 

Quizás mi alter-ego sea la mala de la historia…y mientras, yo tratando de ser cenicienta… pobre de mí.

Hace tiempo que vi un documental que decía que debíamos aceptar las partes de nosotros que no nos gustan y diré y afirmare: soy una cabrona, si lo soy a veces. Soy dulce como el merengue, si lo he sido… puedo serlo. Pero no he de negar mi parte agria, supongo que todos somos agridulces, pero el tlp solo entiende de extremos: o cabrona o santa… o puta o mártir. Ahora me queda descubrir si en lugar los extremos del blanco o el negro, puedo quedarme un poco en el gris…aunque sea más aburrido, pero desde luego sería más estable, más monótono. No conozco lo que es la monotonía, lejos de esa sensación soporífera que te hace querer salir corriendo porque los días son igual de aburridos. Existe una monotonía feliz, alegre? Se puede sentir uno feliz todos los días, o deja de ser felicidad cuando uno siempre se siente así? Supongo que no deja de serlo, al fin y al cabo pasan los años y yo sigo sintiendo tristeza pese a conocerla demasiado bien.

Muchas ideas nuevas nacen de cada sesión, muchos miedos se evaporan, otros surgen. Reminiscencias de informes médicos pasados que según los especialistas dejan de ser relevantes… pero algo deben de significar ya que un día fueron parte de mi o se basaron en la persona que fui, y no sé si aun soy. Mientras me revuelvo en los informes, mientras no encuentro sentido y pienso en hacerme un maratón de películas relacionadas con este trastorno, alternado de documentales motivacionales para no hundirme más en la depresión… Me gustaría tener un mando a distancia gigante, con un botón de pausa y poder darme el tiempo que necesito para mí porque he de confesar, que cualquier tiempo de reposo es poco para mí desde hace meses. Ojala tuviera ese mando propio de series animadas de mi infancia, donde era tan fácil imaginar escapar, donde la mente lo era todo para tener alas. Esa mente me trajo a donde estoy, pero aun estoy perdida como esa niña en el portal esperando que mama le dejara entrar en casa prometiendo no volver a ser mala nunca más y rezando porque los vecinos no estuvieran mirando por la mirilla. Así estoy, que bueno que aquí no hay mirillas que puedan ver mi decadencia. Me sumergeria en mi interior hasta encontrar cada una de la cusas y así poder sanar cada una de ellas, donde esta el maldito mando para para la pelicula?

Hasta mañana, quizás no del modo más positivo pero asumiendo que para mejorar he de cambiar, Cambiar se resume a actuar, y aunque sea lento lo conseguiré o me quedare en el intento. 💖💖💖