Días que podría borrar del calendario, pero no aprendería

Días que empiezan bien... se tuercen y son una mierda... acaban y te sientes raro y confuso.
Dar un paso, arreglar un trocito de vida mientras otros miles se despedazan en millones de trocitos diminutos que son casi imposibles de volver a unirse y formar un todo.
Comentarios al aire que algunos parecen identificar como una petición de auxilio... pero si ahora ya no lo necesito. Ya sólo me dejo caer y me refugio en una esperanza de avance que no se si existe o creo que existe.
Es una mierda intentar ser lo mejor que puedes y que el mundo solo te devuelva dolor, lucha, complicaciones... reproches, culpas... ASCO.
Una semana que no empezó de un modo alegre pero sí con ganas, y solo es martes u deseo desaparecer de nuevo y que me trague la tierra porque cada vez me parece todo más desconocido e inhóspito. Si nunca encontré mi lugar del todo, creo que estoy en un punto en que siento que no hay lugar para mi. Pese a mis ganas de que esto cambie y algunas acciones para hacer que sea posible, no se si existe alguna realidad alternativa en la que yo pueda existir, otro modo de vida, otro tipo de suerte quizás.
Las decepciones aumentan pero a la vez me doy cuenta de que el mundo que creía que se había olvidado de mi sigue ahi, y no es tan horrible como lo había pintado en mi mente o como lo fue en el pasado, o como me empeñe que fuera.
Y es que es cierto eso de que no podemos agradar todos, menos aún cuando no te agrada ni a ti.
Y diré que hay ilusiones que siguen llamando a mi puerta, pero me da miedo que sean espejismos que se conviertan en más pesadillas. Y prefiero no pensar en nada... quedarme en el limbo de la indecisión mientras las agujas del reloj avanzan y no hago nada para prepararme para el mayor en años, me quedo quieta como esperando que no llegue mientras el resto de mi mundo amenaza también con tambalearse.
Pese a decir que no confio, me dejo hacer tanto daño. Entro en juegos absurdos en los que se que siempre seré quien pierda la partida. Acabar pidiendo disculpas por algo que ni siento, solo para dejar de oír ruido. Puro ruido, reproches y palabras que ya no me llegan. Que ya no me conmueven solo me perturban, alteran y dan aun más ganas de salir corriendo sin mirar demasiado atrás. Pero se que eso no será así, que mirar atrás será inevitablemente doloroso pero aun así será también inevitable.

Todo tiembla a mi alrededor y solo tengo ganas de gritar y desaparecer. Pero se que eso no es la mejor solución aunque si lo que mejor se me da hacer.

Mañana será un día de mierda posiblemente y me da miedo hasta meterme en la cama... no quiero que llegue pero igualmente es inevitable. Y otra vez más me tocara rebatir, defenderme antes acusaciones injustificadas... pero esta vez en otro lugar y contexto. Al final todo es el mismo ciclo que se repite aquí o alli, la misma mierda.

Pese a negarlo el día se acaba y el asco y la mierda y los reproches siguen. Que cansancio de vida... estoy harta de escuchar la demandas de un ser que me acusa de inmadura y es un niño adulto obstinado y egocéntrico para que no existe nada más que sus necesidades y su dolor. Disfrazando sus chantajes con falsa empatia... ya no me creo nada xq cada 5 minutos cambia. Chantaje, insulto, disculpa,mentira... la misma mierda, el mismo círculo.
Cansancio que te quita las ganas de todo, las ganas de tener ganas. Avance y retroceso, retroceso más retroceso.
Soy el títere del mundo, de mi cabeza... de la situación. Hay días que creo que soy un títere sin cabeza y con el corazón destrozado.
Nada es estático y yo siento cada movimiento como un temblor de tierra que pone mi mundo patas arribas. Cada día un golpe... cada día menos fuerza. Cada día mas debil, cada día más pequeña... cada día más errática y menos "normal". Es difícil responder de un modo amable a un mundo que se comporta como un tirano, más aún cuando el tlp hace que explotes en medio minuto y que revientes hasta en situaciones que sueles controlar. El dolor es como si activas un sarpullido en mi alma y el tlp brotara por mi boca y mi cuerpo hasta salir al mundo.
La palabra cansancio se queda corta para expresar como me encuentro, las palabras empiezan a quedarse cortas para explicar este vacío cada día más inmenso. Pero me doy cuenta de que ese vacío no me lo crea nadie, ese vacío forma parte de mi y no se si seré capaz de hacerlo un poco más pequeño y sentirlo de un modo algo menos intenso.