Pesadillas o cambios...

Puede que ande algo repetitiva, pero estos días muchas emociones nuevas y otras que estaban ahí pero que se sientes diferente están aflorando en mí. Veo avances, veo cambios.
He de ser sincera que cuando empecé la terapia, pensaba que no llegaríamos a grandes cambios. Era algo así como desahogarme, contar partes de mí que tenia ocultas a alguien para que me dijera que en el fondo no estoy loca. Pero no pensaba tener grandes cambios más allá de ser capaz de cumplir con mis obligaciones y ser capaz de tener un “total control sobre mis emociones”. Hoy en día soy capaz de apreciar lo erróneo de esa visión con respecto de la terapia. Ir a terapia puede ir cualquiera, estar en terapia quizás no. Yo lo considero como dar pasos, ser capaz de efectuar los cambios más dolorosos que nunca quisiste dar, quizás dar pasos para acabar con situaciones que pretendías arreglar al empezar la terapia. Estar en terapia a veces es ver que lo que creíamos bueno para nos nosotros nos hace daño y que debemos de amarnos lo suficiente para elegir por nuestro bienestar por encima del corazón y las vísceras.
Resultado de imagen de psicologia conductual cognitiva

Meses que han volado como palabras que se quedaron en el camino, sin resultados. Cambio de estrategia y de repente, de pasar del miedo y la costumbre, un día es como si despertaras. Como si de repente te das cuenta de todo lo que te negabas y que has sido capaz de ir aceptando, ves como lo que empieza a pasar a tu alrededor te hace moverte en lugar de seguir estando paralizado esperando que algo cambie mientras te sientes incapaz de hacer absolutamente nada al respecto.
Imagen relacionada
Y aquí me encuentro, cuando hablaba de estar al borde del precipicio supongo que debe de ser una sensación parecida a esta. Siento que en cuestión de días me lanzare al vacío con los ojos abiertos pero sin saber que me depara más allá del salto. Pero esta vez es un precipicio que me invita a la vida, en lugar de privarme de ella. Siento vértigo, nauseas, incluso vomito. Siento que el suelo se va moviendo cuanto más cerca estoy del salto, como si mis rodillas se agitaran y mis piernas se doblaran como ramas jóvenes de un árbol… Siento como me balanceo en una situación que me da miedo pero que a la vez huele a vida, a evolución.
Hoy en día puedo decir que para mi estar en terapia, es ver el mundo con otros ojos. Verme y tratarme de un modo más indulgente, sabiendo que no soy perfecta y aceptando una y otra vez mis limitaciones. Ahora me gustaría aprender a anticiparme, pero para eso debo seguir conociéndome.
El nuevo paso es un lugar de autoconocimiento, de salir adelante… de encontrar momentos de paz y supongo que también momentos de lucha con mi propia mente, a solas, en silencio… sin nadie que haga que pare. Aunque pueda sonar duro, es lo que necesito. Soñaba con retiros espirituales en lugares remotos, en un año sabático y dejar el trabajo de lado… pero si el trabajo empieza a ser lo que me mantiene cuerda. Sin comerlo ni beberlo me he visto en marcha hacia un lugar de paz, más cerca de lo que imaginaba. Un lugar de paz donde seguir con lo único que ahora me da vida, mi trabajo y mis breves proyectos que por fin van surgiendo.
No siento que sea el momento de una pérdida, veo esta más como una muerte y resurrección más fuerte. Es como un resurgimiento del ave Fénix, restaurada y con energía. Gratamente me estoy  paralizando menos que de costumbre, y pese a alargar la hora de acostarme y seguir inundándome de letras llamado así a Morfeo, siento que estos pasos son los adecuados. No quiero pensaren haberlos dado antes, tengo claro que ahora es el momento, es cuando me siento capaz de entender el contexto y la necesidad de modificarlo.
Imagen relacionada

Este es el inicio de otros muchos cambios, aun en el punto de arranque y rezando para que los últimos días en el paraíso no se conviertan en Pesadilla en Elm Street. 

Comentarios

Entradas populares