Querido diario...

Aquí me encuentro de nuevo, esto empieza a ser mi diario personal más que otra cosa... 

Recuerdo de niña escribir mis diarios, cada día, o casi todos los días… pensaba que de mayor los releería… encontraría historias de amor pasadas, días felices… no conservo hoy en día esos escritos. Los acababa dejando, algunos los destruí por miedo a que fueran descubiertos. Lo poco que recuerdo de las veces que los releí ates de perderlos de vista por completo, es que había muchas preocupaciones, mucho conflicto interno como para tratarse el diario de una persona tan joven. Podría ser un inicio de este espacio que ahora escribo.

He de confesar que no premedito mis textos, los dejo salir sin mas de mi mano y después tras una o dos breves lecturas hago correcciones, (aunque se que hay veces que se me escapan erratas, etc.) y así es como nace un post en este blog. Igual que nace una nota en un diario personal, igual que esos libros de diarios adolescentes que me gustaba leer de chica. Y acabo usando este espacio de confesión en los momentos en los que más puedo necesitar un amigo, alguien que me escuche. Pero no sé si ando maniática que nada de lo que me dicen me encaja, es como si con una frase hecha podríamos solucionar este trastorno, ojala queridos... Claro que se lo que recomienda para una vida sana y tranquila y hasta para superar una depresión, pero quien me enseña a mí a hacer esas tareas cada día, a no dejarme llevar por cómo me siento en el momento? Pues he de ser clara, mi terapeuta y con mucha constancia, porque como un ser en desarrollo no paro de dar pasos para atrás tras los avances… me explica que se trata de un proceso lento en el que debería ser indulgente y realista. No es fácil hacer entender a alguien que no es que no desees estar bien, es que tu inestabilidad llega tan inesperadamente como esas contestaciones que ni ellos entienden.

Hoy me han confesado que se me nota en mi forma de ser un carácter cambiante y que paso de la alegría la tristeza, la gente eso lo ve desde fuera y no comprende las causas, los estímulos, el contexto, o el marco… ellos solo ven la imagen en el centro del lienzo… extravagante y fuera de todo. Y entonces me doy cuenta de que a mas trato conmigo, más evidente es mi rareza… Me acojona tanto que perciban mi tlp, me asusta demasiado la idea de que alguien un día se enamore de mí y yo le salga con un: no gracias, tengo tlp y paso de arruinar tu vida. Búscate a alguien NORMAL, ya sé lo que es cargar con la idea de haberle jodido la vida a alguien con mis arranques de locura. Ya no deseo explicar mas a quienes no sabes en qué consiste mi tlp en su aspecto más real, es decir, mi tlp resumido a actos y palabras.

Lo peor de todo es cuando tratas de pensar que no existe, y te acabas dejando llevar y le echas a los demás la culpa por ser los raros; y te ponen en el otro extremo. Y ahí sí que acabas victimizando y rezando eso de que nadie te entiende y eres tu contra el mundo. Viví demasiado tiempo así y no soy capaz de olvidar tantas palabras que me dijeron en discusiones absurdas, como cuestionaron mis capacidades y ahora lo hago, como insultaron mi físico y aun resuenan algunas de esas palabras e incluso las digo en voz alta al mirar mi cuerpo delante de un espejo. Igual que se que nadie puede ser perfecto, creo que con el tlp es incluso más difícil encontrar la perfección de las cosas pese a que casi lo sean. Al revés, vivo en un mundo distorsionado, veo el mundo con ojo de pez magnificando las emociones centrales del momento y haciendo que ellas deformen mi visión, como si de una deformidad en una lente se tratara. Debe de ser en ese caso una deformidad cerebral o solo conductual? Que pesa más, trauma o conducta adquirida? Supongo que es el trauma es que hace que encontremos recursos que otros no necesitan buscar, y ahí aparece la conducta; conducta inadaptativa. Una  conducta insana con el propio individuo, casi como si fuera una mutación dañina a nivel emocional. Por eso es difícil hacer que alguien comprenda esas subidas y bajadas. Y más me sorprende que la gente tenga una imagen de mi alegre y positiva, aunque no ahora precisamente, pero si en general. Yo desde muy cría era un ser solitario, que hablaba y jugaba sola, que leía y veía tv buscando algo de compañía, que idealizaba a los príncipes de los libros, a los piratas de las novelas románticas que devoraba en la adolescencia y pensaba que nadie se enamoraría de mi de ese modo.

Mientras todos tratan de decirme lo que valgo… cuanto valgo? Si a la hora de la verdad estoy sola, o es que soy yo la que sigue apartando a las personas sin darme cuenta para seguir perpetuando un sentimiento de soledad que me devora? Esta ahí mi maldito tlp haciendo que no me relacione nunca de un modo normal. Apenas hablo con compañeros del trabajo, no soy muy comunicativa, me molesta tener que pedir su opinión para hacer mi trabajo… Llevan meses diciéndome en el trabajo que me valoran, pero algo dentro de mi insiste en que les caigo mal, que no soy buena, que nadie se puede sentir  a gusto cerca de mi ni valorar lo que hago. Me gustaría tanto ahogar esa voz… hacerla desaparecer.

Esa voz que te dice que no eres lo suficientemente: lista, guapa, amable, trabajadora, responsable, madura, buena, flexible, empática, lista, valiente, libre… una voz que consigue anularme. Es como si algo le diera cuerda y mientras ando la oigo… tic tic, tic y solo encierra miedo, rechazo a mí misma.

Estoy dejando que mi mundo se disperse y todo se mezcle… empieza a ser valido cualquier lugar que se llame escape. Ya empieza a importarme poco el donde, me doy cuenta que no estaría más sola de lo que estoy ahora mismo. Todo es cuestión de valorar, en este caso el impulso no sirve de nada y hay que luchar más contra el miedo. Trazar un plan, y estar segura de querer llevarlo a cabo. Tener una serie de argumentos para convencerme solo A MI, y eso se hacerlo aunque nunca pensando en algo tan serio, tan maduro… Reinventarte desde cero… bueno al menos desde el 50 por ciento, sería un 

logro cojonudo de todos modos.

No quiero seguir siendo esa cagona, acojonada… esa idiota que veía como su anterior psicólogo no la ayudaba, no se implicaba y mientras yo me echaba la culpa a mi misma… ahora veo que no siempre soy yo la que hace mal las cosas. Al revés, creer que estoy equivocaba en ocasiones me hace errar aun mas. Es como si mi mente fuera una constante paradoja… el mundo de lo abstracto y sus trastornos. Me imagino mi mente un poco como un Picasso… lleno de formas geométricas que se superponen y complementa. Porque creo que mis sentimientos son mas tridimensionales que planos, con aristas y vértices que a veces se pierden en el punto infinito de una línea sin final. Quizás el tlp es como vivir en la perspectiva del cubismo, viendo esas partes que el resto no ven… dándole demasiadas vueltas a todas las perspectivas posibles desde un solo plano, el nuestro como espectador y como único protagonista a la vez; como olvidándonos de que hay todo un mundo que no comprende esas perspectivas y que sienten plano mientras nosotros sentimos tridimensionalmente.

 No si este texto tiene algún sentido mas allá del estético, si es algo más que un juego de palabras, si solo son divagaciones de una mente que no para, que unos dedos automáticos, de una mente enferma de palabras.. De ideas… de contradicciones. Porque todo surge solo, espontaneo, como si hubiera rumiado tanto lo que siento que la capacidad de transformarlo en palabra naciera sola, de manera natural… como si mis dedos solo tuvieran esa finalidad en este momento, en este plano, en esta realidad.