Semanas de astio. Otoño

En esta entrada quiero desahogarme un poco... las últimas semanas han sido de nuevo una montaña rusa de emociones. Ha habido cosas buenas.. sorpresas... pero también miedo, dudas, dolor.

Mientras mi vida personal está siendo un caos, irónicamente muchas personas me dicen que me ven más centrada en mejorar que nunca. Estoy centrándome en mi trabajo y en el avance en el campo profesional. Parece ser que es algo que he logrado de forma completamente individual y de lo que puedo sentirme orgullosa. Es un área en el que he logrado estabilidad, algo muy difícil de lograr para mi. 

En casa las cosas no van bien y estoy empezando a comunicárselo a algunas personas, estoy recibiendo un apoyo que no esperaba. He comprendido como mi inseguridad y baja autoestima hacen que piense de forma errónea que nadie me aprecia o valora. Una idea que aunque comprendo no hace que esos pensamientos negativos dejen de aparecer en ocasiones.

En cuanto a la terapia puedo decir que estoy abriéndome más de lo he hecho nunca con un terapeuta, siento que me ayuda a liberarme y a ir tomando pequeñas decisiones. Aunque el proceso sigue siendo lento. 

Aficiones, cada día menos. En mi tiempo libre no hago mucho más que dormir. Hasta escribir, que me libera, me esta dando pereza. La medicación ayuda a que rinda bien en el trabajo pero al terminar solo quiero descansar. Así que los sentimientos de desgana siguen ahí... y teniendo en cuenta que mi entorno más que reforzarme de un modo positivo me esta hundiendo... pues puedo decir que he perdido un poco el rumbo.

Cada día es un día sin mucho más sentido, centrándome en el trabajo y sin más motivaciones personales. Terminar y volver a empezar. Hoy por hoy no hay nada mas. Siento un gran vacío. Como si andará por un camino desconocido. 

Pero solo se que no puedo dejar de caminar por muy desconocido que sea el sendero.