Insane people... Beautiful people

Borders... No me gusta usar ese término. Lo he visto en algunos grupos donde se habla del trastorno.

Todos podemos ir en plan border… pero no debería ser la tónica en grupos donde como ya he dicho, creo que debería premiar el respeto, la empatía, la escucha y la compresión.

Pero al final ves y lees cosas que te hacen pensar cosas que no te gustaría pensar de alguien que se supone que es como tú, pero está claro que entre borders… hay tipos y tipos como en todo.

No quiero ofender a nadie, pero leer cosas como que hay gente quejica, chupa energía… etc., es bastante triste. Y al final he optado por abandonar uno de los grupos que seguía, y puede que en un tiempo me dé por volver. Pero hay más grupos, y no creo que sea nada terapéutico el ir buscando más desencadenantes a mi ansiedad a través de un grupo artificial y muchas veces vacio.

No me siento identificada con nada ni con nadie en estos momentos, no puedo sentirme aceptada por un grupo de personas que critica lo mismo que hay dentro de ellas mismas. Al final todos nos movemos por etiquetas, estereotipos… y es difícil profundizar mas allá.

La necesidad de socialización, de consulta, de comunicación que nosotros tenemos, a veces no es bien recibida ni por los que son como nosotros. No es de extrañar que los que van de “normales” se sientan completamente desconcertados con nuestras maneras de ser. Quizás algunas de estas interacciones de las que hablo hayan sido un ejemplo de cómo he hecho sentir yo a muchas personas a lo largo de mi vida. He descubierto que no es para nada agradable, y he entendido algunas reacciones que no entendí en su día. Y es que, a veces, nuestras palabras hirientes les ponen más fácil las cosas a los demás cuando deciden darnos de lado cansados de esas ironías y suspicacias que encierran malicia y prejuicio.

Todos somos capaces de juzgar, de inventar, de agredir. Eso no es ninguna de nuestras virtudes, por muy bien que se nos dé a veces.

Todo esto me hace reflexionar sobre cómo me comunico y lo que deseo recibir de las personas que me rodean, me enseña como no debo con los demás y como no deseo que sean conmigo. Que el tlp no debe de ser excusa para eso, que si a nosotros no nos gusta ser tratados así, deberíamos empatizar un poco más con el resto.

Por unos días, no escribiré una entrada derrotista y tildada de victimita. En este caso pretendo hacer una autocritica desde dentro y fuera del tlp. Es una reflexión, que espero que no quede vacía y olvidada en este rincón de la red.

Me gustaría que las personas nos podamos volver un poco más humanas, un poco mas compasivas, un poco menos egocéntricas. Y es bastante pedir a un trastorno tan jodido, es algo complicado para cualquiera. Me quedare con las personas que he conocido y que me han aportado todo lo contrario al resentimiento del tlp, pese a tener situaciones bien complicadas. Me quedare con los gestos de ánimo y apoyo, y espero que cada vez se multipliquen en ambas direcciones.

Mil gracias a todos los que leen, siguen, comparten, comentan… en definitiva, gracias a todos los que están.

No siempre es fácil, no es un pasatiempo escribir lo que me pasa. Si es una especie de terapia, si es una liberación. Pero solo digo lo que hay en mí, de la mejor manera y con buena intención.

No todo puede llegar a todos, pero con que llegue a unos pocos me vale.

Me despido por ahora.