Buscando el equilibrio
Llevo un par de días en los que voy despacito, de nuevo se cumple la máxima de trabajo = equilibrio.
Normalizando mi vida volviendo a la rutina, con miedo del descanso para el año nuevo. Y eso si, viviendo firme y con un poco más de autoestima, al menos en el trabajo.
He pasado unas semanas complicadas y deseo que en algún punto alguien vea que yo también siento y que me valoro.
Sigo en búsqueda de un lugar, mi lugar de paz, un lugar donde la ansiedad sea más pequeña. El dar explicaciones y las constantes preguntas sobre mis planes hacen que esto no sea nada facil. Medio de puntillas voy realizando el plan, con bloqueos y pausas.... con miedos, dudas y culpas.
Tratando de recuperar alguna ilusion... algún plan. Esta semana he sido capaz de imaginar un futuro próximo en el que me veo libre y siendo únicamente responsable de mi. Al escribir estas líneas siento algo de liberación. No es que no ame... no es que no desee quedarme... es que no puedo seguir en una situación que no avanza, que no mejora, que me agota.
Volver a la normalidad fue confuso, dificil. Me desperté con una sensación extraña y el mundo aquella mañana me parecía difuso... poco real... como pintado y yo moviendome en el a cámara lenta.
Las sensaciones no me llegaban... solo estaba hablando a mi mente y esperando que mi cuerpo respondiera pese a no estar muy segura de sí todo eso estaba pasando.
Al parecer, la ansiedad me hace estar en ese estado que llega sin avisar y que no puedo controlar del todo... y luego se pasa y parece que la "normalidad" impregnada de ansiedad sigue alrededor.
Cada día menos subidas... quizás eso me ayude un poco en un equilibrio. Pese a ser un equilibrio más cercano a la pena.
Estoy dando pasos... sin ganas... sin un verdadero plan... pero me veo después de esos pasos. Soy capaz de visualizar la imagen en mi cabeza, y a veces me gusta. Pero por otro lado siento que soy una cobarde que desea abandonar el barco que se está hundiendo mientras todos mis intentos son en vano, o quizás sean actos de sabotaje que me saquen de una vez de esta situacion. Una situación que me agota, que me angustia... estoy rebotando entre el si y el no. Entre el poder y el querer. Entre la paz y el dolor.
Quizás no me reconozco porque pese a mis malos momentos, es la primera vez en mi vida que avanzo en una dirección de este tipo, pese a lo lento que voy. Soy capaz de ver pequeños progresos y mis ganas de seguir avanzando. Yo pienso siempre que mi mente no se arreglará pero puedo aprender a vivir con ella. Se que sentiré cosas que otros no sienten con esa intensidad, pero me gustaría que esos sentimientos dejasen de sacudir mi vida como si fueran terremotos y después sus réplicas. No hay tregua. Mi mente pide a gritos una pausa, pero solo yo la oigo. Mientras los gritos se hunden en mis pensamientos acelerados... mientras el dolor se pierde mientras busco las palabras que lo expresen... dolor que va y viene. Dolor que siempre vuelve
Y trato de parecer un ser humano... mientras maquillo mi cara y recuerdo a esa niña que se pintaba los labios con el carmín de su madre y se cepillada el pelo frente al espejo... soñando con crecer. Ahora he crecido y siento más inseguridades que esa niña que se pintan y peinaba con mimo... que se miraba en el espejo tratando de adivinar belleza en sus rasgos.
Mientras ahora escondo mi pena y recuerdo a esa niña que se olvidaba de que estaba sola mientras se pintaba y se miraba en el espejo. Quizás solo buscaba la imagen de alguien... quizás era su modo de no estar siempre sola. Y me pongo en marcha... y hay días que ni el maquillaje me anima... ni el maquillaje oculta que no soy la que era... que no siquiera lo intento...
Empiezo a rezar por que pasen los días... pero el día siguiente es lo mismo y rezo de nuevo por que pase... y me imagino un futuro que solo yo puedo buscar... pasos que solo yo puedo dar.
Que no se me paren los pies aunque el mundo se me vuelva a presentar difuso, que no se me nuble la mente con culpas y penas... que para el 2017 esa niña sea por fin una mujer.
Normalizando mi vida volviendo a la rutina, con miedo del descanso para el año nuevo. Y eso si, viviendo firme y con un poco más de autoestima, al menos en el trabajo.
He pasado unas semanas complicadas y deseo que en algún punto alguien vea que yo también siento y que me valoro.
Sigo en búsqueda de un lugar, mi lugar de paz, un lugar donde la ansiedad sea más pequeña. El dar explicaciones y las constantes preguntas sobre mis planes hacen que esto no sea nada facil. Medio de puntillas voy realizando el plan, con bloqueos y pausas.... con miedos, dudas y culpas.
Tratando de recuperar alguna ilusion... algún plan. Esta semana he sido capaz de imaginar un futuro próximo en el que me veo libre y siendo únicamente responsable de mi. Al escribir estas líneas siento algo de liberación. No es que no ame... no es que no desee quedarme... es que no puedo seguir en una situación que no avanza, que no mejora, que me agota.
Volver a la normalidad fue confuso, dificil. Me desperté con una sensación extraña y el mundo aquella mañana me parecía difuso... poco real... como pintado y yo moviendome en el a cámara lenta.
Las sensaciones no me llegaban... solo estaba hablando a mi mente y esperando que mi cuerpo respondiera pese a no estar muy segura de sí todo eso estaba pasando.
Al parecer, la ansiedad me hace estar en ese estado que llega sin avisar y que no puedo controlar del todo... y luego se pasa y parece que la "normalidad" impregnada de ansiedad sigue alrededor.
Cada día menos subidas... quizás eso me ayude un poco en un equilibrio. Pese a ser un equilibrio más cercano a la pena.
Estoy dando pasos... sin ganas... sin un verdadero plan... pero me veo después de esos pasos. Soy capaz de visualizar la imagen en mi cabeza, y a veces me gusta. Pero por otro lado siento que soy una cobarde que desea abandonar el barco que se está hundiendo mientras todos mis intentos son en vano, o quizás sean actos de sabotaje que me saquen de una vez de esta situacion. Una situación que me agota, que me angustia... estoy rebotando entre el si y el no. Entre el poder y el querer. Entre la paz y el dolor.
Quizás no me reconozco porque pese a mis malos momentos, es la primera vez en mi vida que avanzo en una dirección de este tipo, pese a lo lento que voy. Soy capaz de ver pequeños progresos y mis ganas de seguir avanzando. Yo pienso siempre que mi mente no se arreglará pero puedo aprender a vivir con ella. Se que sentiré cosas que otros no sienten con esa intensidad, pero me gustaría que esos sentimientos dejasen de sacudir mi vida como si fueran terremotos y después sus réplicas. No hay tregua. Mi mente pide a gritos una pausa, pero solo yo la oigo. Mientras los gritos se hunden en mis pensamientos acelerados... mientras el dolor se pierde mientras busco las palabras que lo expresen... dolor que va y viene. Dolor que siempre vuelve
Y trato de parecer un ser humano... mientras maquillo mi cara y recuerdo a esa niña que se pintaba los labios con el carmín de su madre y se cepillada el pelo frente al espejo... soñando con crecer. Ahora he crecido y siento más inseguridades que esa niña que se pintan y peinaba con mimo... que se miraba en el espejo tratando de adivinar belleza en sus rasgos.
Mientras ahora escondo mi pena y recuerdo a esa niña que se olvidaba de que estaba sola mientras se pintaba y se miraba en el espejo. Quizás solo buscaba la imagen de alguien... quizás era su modo de no estar siempre sola. Y me pongo en marcha... y hay días que ni el maquillaje me anima... ni el maquillaje oculta que no soy la que era... que no siquiera lo intento...
Empiezo a rezar por que pasen los días... pero el día siguiente es lo mismo y rezo de nuevo por que pase... y me imagino un futuro que solo yo puedo buscar... pasos que solo yo puedo dar.
Que no se me paren los pies aunque el mundo se me vuelva a presentar difuso, que no se me nuble la mente con culpas y penas... que para el 2017 esa niña sea por fin una mujer.
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