Sentencia: culpable

Hoy me da por darle vueltas al concepto de culpa... creo que es algo a lo que estoy realmente acostumbrada. Mi madre me hacía y aun trata de hacerme sentir culpable por su matrimonio fracasado, por decidir darme la espalda cuando tratar conmigo se puso aun mas difícil, por no querer lo suficientemente a mi familia y apreciar mas “a los de fuera”, como si en el fondo ya me fiara de alguien. Eso sí, en la adolescencia defendía a mis amigos con uñas y dientes ante sus ataques e insultos completamente sin sentido y carentes de argumento.

Luego llego la culpa al dejar de vivir en casa, me sentía culpable durante años por cosas que ya no podía cambiar, llegaba la hora de dormir y me venían imágenes a la cabeza, Imágenes que me daban asco, imágenes que no aceptaba de mi misma… una sensación de repulsión y negación se apoderaban de mi. Creo que sobre los 18 llego la época más marcada en ese sentido y el insomnio, y el no ser capaz de levantarme por las mañanas. Trataba de acallar mi cabeza, era horrible ese momento del día en el que me encontraba en silencio conmigo misma. Supongo que el tormento diario, la vergüenza y el paso de los meses hicieron que esas imágenes desaparecieran, pero no los problemas para conciliar el sueño que se acabarían convirtiendo en largas noches en vela, en biorritmos cambiados, en semanas de trabajo en las que solo duermo entre 4 y 5 horas cada noche… apenas como y no sé ni cómo aguanto sin que me den brotes cada 5 minutos.  

Después llegaba la culpa por todo, culpa por lo que decía, por lo que callaba, por dejar a mama, por hacer que me pegara… culpa por la separación de mis padres, culpa por no ver a papa durante años, culpa por perderme la infancia de mis sobrinos… culpa por no saber callar… culpa hasta por respirar.

Hoy siento culpa por muchas cosas, es fácil hacerme sentir culpable. Hasta cuando no tengo la culpa de nada, se me da muy bien el papel de villana en mi cabeza. Es muy difícil no sentirte una mierda cuando tienes TLP, pero está claro que oír cada día todo lo que haces mal, todo lo que podrías haber cambiado, intentado, mejorado, escuchado… y luego contradicción: parece que tampoco he recibido todo lo que merecía. Acaso alguien se merece ser tratado de ese modo?

Podría decir que estoy a falta de unas horas de dar el salto… de volver a sentirme culpable; sé que eso pasara tarde o temprano. Ya me siento culpable solo por plantearme cambios, pero es el momento. Llevo casi 11 meses en terapia, y estoy viendo por fin algún resultado materializado, que voy a poder tocar y vivir cada día. Estoy complemente acojonada, pero nunca he tenido algo tan claro en mi vida. Porque es cierto que tengo miedo, pero llegado el momento es como si solo hubiera la opción de dar el paso que previamente he decidido dar. Creía que no era constante, pero haciendo un breve balance los últimos años, he conseguido casi todos los objetivos personales planteados, pese al tlp, pese al entorno, ajena al diagnostico, lejos de medicación y en épocas de crisis constantes.

Diré que contra todo pronóstico, al menos desde la adolescencia, ya que antes era alguien prometedora, he conseguido una “posición digna” en la sociedad, pese a mis fantasmas en la sombra… se me da muy bien ocultar mi mierda bajo la alfombra. De ahí quizás este cambio, me movió de nuevo el miedo de ver que no era capaz de seguir ocultando mi TLP al mundo, porque la pena y la debilidad lo estaban haciendo evidente… y además el sentirme vulnerable podía darme el impulso de irlo pregonando para buscar 5 minutos de apoyo.

He recobrado parte del sentido, la medicación me está estabilizando y estoy tomando lo mínimo. Pese al miedo y la desmotivación, ese deseo de no tener que preocuparse de nada. Como querer quedarse tres años en coma, o simplemente dormida por un hechizo como si de un cuento de hadas se tratara. Despertar y que todo haya cambiado, pero ni eso cambiaría las cosas. Ayer tuve la oportunidad de entrar por un puerta a mi yo del pasado, y pude ver con pena que pese a haber cambiado todo lo que creía que necesitaba para ser yo, para ser feliz… el puto vacio, la soledad y el asco no han abandonado mi vida de forma permanente, parece que siempre han sido parte de mi.

Pese a ser más consciente, saber más de esto no puedo decir que las cosas hayan cambiado demasiados, el mayor cambio está a punto de darse y una vez que ocurra… no hay plan. El absoluto vacio, colgarse en el limbo. Pero lo bueno es que en mi última sesión de terapia saque una lista para no quedarme en la inopia… para reiniciarme y seguir con el plan.

Nada es fácil, de nuevo tarde y sabiendo que será una noche corta, despertando agotada… pero al menos con el consuelo de que se acaba la semana… que llega un momento duro, pero necesario.

No mentiré esta vez, no me engañare… tengo miedo. Estoy acojonada y por primera vez en la vida no hay un plan, ni mío y de otros creado para mí. Es la primera vez en mi vida que voy a tomar el control al 100%, llevo unos 6 años o más intentándolo… quizás más de 10… quizás toda la maldita vida.

Perdida pero esta vez con rumbo, es curiosa la sensación. Perdida incluso con un plan inicial, da miedo no tener el resto de pasos premeditados… da miedo tratar de pensar en ellos… da miedo la vida pero más miedo da seguir sin vivirla.

No sé como afrontare los siguientes meses, ni siquiera la próxima semana. Sé que esta vez siento menos apegos, siento como si realmente estuviera sola aunque con apoyos. Hay todo un mar de vacío, todo un mar de soledad, todo mar de distancia… lo que un día fue mi mundo y lo que es hoy. Pese a las mismas sensaciones y las similitudes puedo asegurar que le di la vuelta a las circunstancias 180 grados, pero no hice los cambios en mi y por eso todo sigue igual, he ido hacia abajo y en picado. Parece que tras el último tropiezo, me he decidido levantar y ver las opciones mas allá de la realidad en la que decidí encerrarme.

Saldré de este cubo imaginario, de este mundo en una bola de cristal que llevo tantos años creando y tratando de cuidar a la vez lo intoxico. Saldré de la burbuja de plástico, que me protege pero que a la vez me mata. Por esta vez saldré sola al mundo real y veremos qué pasa.