A pocas horas del desenlace

Menos de 24 horas, estoy acojonada, paralizada.
Para variar, todo alrededor se complica y cualquier excusa parece buena para perder el rumbo. Toda distracción es válida para evadirme la realidad más próxima.
El paso más temido, más esperado… me siento como antes de un estreno de película y yo siendo protagonista. Pero siempre fui demasiado de dramas, incluso de terror.
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Hoy es un día de esos en los que me siento abandonada, a la vez poco comunicativa. Como si el mundo no pudiera conmigo y yo no soportara su presencia. Llevamos varios días con lluvia, es como si el cielo estuviera llorando todo lo que no me atrevo a soltar. Hoy al salir del trabajo, bajaba la cuesta bajo lluvia, llorando, mientras el sonido de los coches apagaba mi llanto ansioso y acalorado. Sollozos de esos que aunque cierres la boca se oyen, camuflada entre la lluvia, la capucha y el ruido de los coches me he permitido llorar unos  5 minutos. Después he dejado al cielo que siguiera haciéndolo por mí, yo me he comportado como alguien con prisa y cansancio cuando he empezado a cruzarme con más gente. Ser una más, con obligaciones, sin penas, con prisas.
Pero al llegar a “casa”, el vacío. Mi mundo se acaba, suena demasiado tremendo, lo sé. Pero que hago si es así como me siento? Como una mierda, como una cobarde que abandona… como una imbécil que no sabe arreglar nada. No puedo con mi mundo, como voy a poder con el de verdad?
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Hace días que no sabría decir si estoy saliendo de la depresión o simplemente estoy estática, estable. Establemente deprimida, como sin demasiado sobresalto, teniendo en cuenta que vivo en la eterna expectación porque cada día surgen como veinte preocupaciones nuevas, o las busco, o las creo… aun no he resuelto ese dilema.
Empiezo también a preguntarme si alguna vez he sido adulta de verdad. Quizás siempre haya sido como una niña que colgaba del brazo de alguien, que se dejaba llevar a cambio de ser “amada”, escuchada, acompañada. Como la que busca un perro, pero acaba siendo el perro faldero de otro.
Es cierto que no me reconozco, porque aunque siento que todo sigue siendo una mierda ya no hay brazo del que ir colgada; yo misma renuncio a ello. Yo misma me aparto, pero con miedo y con algo de pesar y muchas dudas.
Mañana abriré las puertas y de paso las compuertas al llanto, me esperan unos días de caída en picado. Lo sé pese a que trato de pensar que todo irá mejor de lo esperado. No sé, me sentiría culpable de no sentirme culpable, apenada, apaleada. Es lo normal, supongo. Sea esa especie de duelo o yo que se…  Aunque sé que llevo unos meses de dolor intenso, quizás ese ha sido el duelo mientras he tratado de digerir y endurecerme. He sido lo mejor que he podido, nadie me enseñó y solo estoy improvisando tratando de no repetir viejos errores.
Mientras me voy con una conciencia tranquila, aunque que no he hecho todo bien. Pero asumo que las circunstancias, mi mundo y el TLP han jugado sus cartas del mejor modo que supieron hacerlo. Al final veo que llevo demasiado esperando algo que no llega, esperando que la culpa sea mía y que asumirlo haga que me sienta diferente. Pero nada pasa, no me siento mejor. 
Y esas excusas, que llegan tarde y aclaran poco. Que no se si son ciertas, es verdad que muchas veces veo que he desconfiado sin motivo. Por regla general pienso que todo lo que me cuentan son excusas, hay veces que el mundo me quita la razón.
Quedan unas horas para abandonar el barco, me siento como una rata que corre por su vida antes de morir ahogada. Pero es justiciable, se llama supervivencia. En este caso también empieza a ser cuestión de supervivencia, algunos dicen que de “vida o muerte” casi.
Para lo que otros puede ser “peligroso” para mí se ha convertido en situaciones habituales. Lo que sobrepasa los "límites" de la normalidad, para mí es una normalidad absoluta. Nos comunicamos como perros que se ladran, muertos de miedo al no reconocer el olor del que tiene en frente, en este caso sería más bien el DOLOR. Se repiten sensaciones y momentos, una y otra vez; como frases en estos escritos.
No puedo ayudarte, lo he intentado- es una de las frases que más he repetido en las últimas semanas. Pero me sigo sintiendo que no lo he intentado del todo, sigo asimilando esa parte de que no recae sobre mí toda la responsabilidad de esta relación. No puedo ser la culpable o la salvadora, no puedo ser el todo o la nada. Ese papel solo funciona en mi mente y en la suya, pero no en el mundo real. Seré algún día parte de ese mundo? Seré algún día normalmente anormal?
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Y creo que ya solo alargo este texto como otro pretexto mas para no afrontar, para no mirar el reloj y contar las horas. Excusas, mentiras y miedos, ese el dialogo conmigo misma.
Parece que necesito azúcar, azúcar para calmar mi ansia. Contraproducente? Quizás, pero necesito un regalo para mi cuerpo, algo que me haga sentir un mínimo placer en la mente.  Cerrar los ojos y saborear el dulce, luego amargura del ansiolítico, un café de noche acompañado de humo y a la cama. Así de contradictoria, sedación y excitación, calma y ansia, droga y dulce.

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Hoy casi se me quitan las ganas de escribir para el público, volver a esconder mis líneas. Pero esta es una de mis terapias, es gratis y con que me alivie vale; todo lo demás es secundario. 

Comentarios

  1. Ya te sigo mi niña que no sabía cómo o hacerlo hehe ahora estaré al día 😍😍😘😘 besos y abrazos 😘
    Mi blog es http://yaishetta.blogspot.com.es
    Por si te gusta💖😘😘😘

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