Miedo

Cuando el mundo no acompaña... pues todo se nos hunde un poco.
Y bueno... hay dias en los que al ver el pasado y compararlo con el dia de hoy da vertigo, porque he avanzado en metas, objetivos pero mental y emocionalmente igual, puede que peor. Ver las mismas lineas expresadas igual y usando palabras tan semejantes. Es como si mi alma hubiera estado criogenizada y al despertar hoy, tras un largo letargo, se reinicia en el mismo punto.

Sigo sin reconocerme, porque ni ganas ni tiempo. Y las ilusiones son algo a lo que hoy en dia ya he renunciado. Sin sueños, un plan que parece que se me queda grande.
SOLA, como dejándome llevar por el momento. Pero si soy realista, es que estoy tomando decisiones que cuestan y que dan miedo.
Siempre esa palabra: miedo... soledad es recurrente y vacío es infinito. No se decir esto sin dramatismo, no se que me pasa pero me pasa desde hace tanto... puede que desde casi siempre.
Esto esta ahi desde esa vez que quede con una amiga y ella llego tarde, como una hora.
Yo daba vueltas por la entrada de la casa, descolgaba el telefonillo para ver si funcionaba. A medida que iban pasando los minutos me ponía mas y mas nervios, llego el llanto y una sensación de abandono, de que no tenia amigos, luego llego el enfado... la decision de no volver a quedar con nadie nunca mas. Una hora y algo de sentimientos contradictorios, mientras mi madre dormía la siesta ajena a mi drama. Al final sonó el telefonillo, mi amiga no había podido llegar antes porque estaba fuera. Y un alivio, como si nada hubiera pasado. Creo que eso me paso en quinto de educación primaria.
En el colegio siempre fui rebelde, y bastante "popular" en mi aula, nunca me callaba y solía decir lo que pensaba sin mucho pudor. Hacia que el resto se revolviese con mis comentarios escandalosos, eterna chica de pasillo. Pero llego la pre-adolescencia, creo que era sexto de primaria y nos gustaba jugar al fútbol en los recreos. Pero pronto empezaba a ser habitual el verme envuelta en discursiones con varias personas de la clase, a veces con todas las que estaban jugando. Balonazos en la cara, gritos, insultos, discursiones... yo contra el mundo. Me sentía tan incomprendida, solo quería llegar al instituto, dejar ese colegio de uniforme atrás... ser normal. Al final llego el instituto, algo después... pero las cosas no fueron como las habia imaginado. El destino hizo que coincidiera con un grupo de personas, con una en concreto que me atemorizaba. Y cuando no habíamos llegado ni a invierno aun, a la salida de clase sin saber muy bien como... me vi rodeada de decenas de personas mirando expectantes como si supieran lo que iba a pasar despues. Yo estaba completamente desubicada, no entendía lo que estaba pasando. Apareció esa vieja conocida, con otro grupo de chicas... empezaron a recriminarme ciertos comentarios y supuestos insultos de mi hacia ellas... Desgraciadamente conocia ese juego y que yo siempre salia perdiendo, de ahí mi temor a esa vieja "amiga". Al final todo se desencadeno como otras veces, pero esta vez decenas de personas observaban y se mofaban de la escena,  Una a una, las protagonistas fueron golpeándome a modo de castigo por los insultos que me atribuían... y por ultimo ella y yo. Ya eramos viejas conocidas, ella me habia pegado muchas veces mientras no me defendía, siempre con un grupo de personas que según ella también había insultado, pese a no conocerlas en la mayor parte de las ocasiones. Llego su turno y ella se cebo, ella fue la mas salvaje.
Cuando todo acabo me marche a casa, rápido, aguantando las lagrimas, la vergüenza... entre como un rayo por la puerta de casa, me encerré en el aseo y me mire en el espejo mientras lloraba y me sentia una mierda. Al dia siguiente dije que estaba enferma, no quería ni aparecer por ese lugar. No queria ver a nadie, nadie se habia puesto de mi lado. Habia testigos silenciosos, y testigos que disfrutaron como en un circo romano. Pero nadie pidió indulgencia, o si lo hicieron no lo recuerdo. Pasaron los días y el incidente llego a oídos de mi madre, otra madre se lo contó. Mi madre me permitió faltar hasta sentirme algo mejor, hicimos un viaje..al volver el director hizo que se disculparan y todo se arreglo con tres dias de expulsión a mis agresoras. Todo un acto de justicia... Mi autoestima por los suelos, hacia apenas dos o tres meses que había intentado quitarme la vida con una sobredosis de pastillas.
Antes de primavera ya estaba ingresada por un trastorno alimentario, anorexia nerviosa me dijeron, hoy veo en los informes que solo hablan de un trastorno restrictivo... y meses después llegaría el tlp. Al salir del hospital, las mismas que participaron en aquel numerito macabro, me daban ánimos y se hicieron mis amigas... les daba pena la pobre trastornada a la que meses atrás habían apaleado, supongo. Nunca me fie del todo de ellas, pero mejor tenerlas de mi lado después de todo. Pasaron meses desde el incidente hasta que la mayoría de la gente se atreviera a saludarme de nuevo, y el ingreso me dio un poco de indulgencia de cara al mundo. Y asi llegaron los 14, así entre de golpe en la adolescencia y poco después mi mundo se rompería, se pararía para volver a reiniciarse, sola... en otro lugar. Empezaría la supervivencia.



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