Contención y TLP.

Las noches y el azúcar, la mierda y los racistas… todos hemos sido racistas o clasistas en algún punto? Puede ser. Estar del lado del marginado es una mierda, estoy acostumbrada y siempre he sentido un extraño gusto por no encajar y un vacío por el rechazo. Otra paradoja de un trastorno que nos lleva al límite pero con el que aun seguimos siendo humanos.

Letras mientras como ansiosa montones de azúcar… mis mandíbulas me duelen de tanto masticar. La verdad es que cada musculo de mierda me duele, que novedad. No sé si es la falta de rutinas de sueño, lo que fumo, lo que no como y lo que como en exceso, el cansancio acumulado, la primavera, el trabajo o el estrés… o posiblemente como siempre: una combinación de todas. El caso es que el azúcar y la marginacion no ayudan a mi mente, pero no sé si existo sin ellos. TLP es igual a sentirte a un lado, aparte, como invisible mientras gritas dentro de un bloque de hielo. Congelado como una película de terror en pausa justo en el momento de la puñalada. Eso es el TLP, y que te cuestionen. Es lo peor, yo sabía que no podía ocultar del todo mi mierda, pues siempre acaba salpicando mi mundo. Y que el TLP muera por la boca, si es un asco que tu lengua sea más rápida que tu mente, que tus instintos sean mas rápidos que tu razón. Causa: supervivencia constante. No hay más. Como vivir en la sabana, cada día una lucha por seguir vivo. Ese es el TLP, una lucha para seguir vivo emocionalmente y no quedarte idiota en un bajón de dolor como si de una sobrecarga de tensión se tratara. Vacio que no se llena, tristeza que no se apaga, amor que no se siente, miedo que no te abandona… Vida que no se acaba de vivir del todo porque una parte de ti está muerta desde hace tanto tiempo que ni te acuerdas. Ser un manojo de ideas, un cumulo de palabras… mientras un mundo que observa y juzga de manera gratuita. Explicaciones, para qué? A mí nunca me sirvieron de excusa. No pierdo mi tiempo en esos menesteres, total siempre nos juzgan.

Y aunque finja que no me duela y que e soy más fuerte que el mundo, que aunque me tambalee no me caigo (si supieran las veces que estuve en el barro… putos ineptos)… viviendo en la jodida cuerda floja de mis emociones y que venga el mundo y te tambaleen el escenario, que te muevan todo de sitio… que te pongan del revés esperando que no caigas mientras haces malabarismos… pero si un ser humano no puede, menos podría uno con TLP; supongo. Y digo supongo porque en los últimos meses cada vez siento que se menos, aunque cada día aprendo miles de cosas de mi y del mundo.


 Aprendí como la falsedad y las buenas maneras tapan la ineptitud y las envidias. Que hablar por la espalda es algo que está de moda, aquí o allá… que a nadie le importa tu mundo porque nadie sufre tus dramas. Que la frase de moda es: no me involucres y así te dejan sola de una manera educada. Es un búscate la vida a lo siglo XXI, imagino. Y así estamos, luchando contra el mundo más que contra el TLP, es cierto. Porque el TLP se puede entender, llegar a anticipar en algunos momentos y este mundo que sorprende pero no siempre para bien. Cuando tienes TLP la suerte suele ir del revés y las sorpresas traen lágrimas y no hay flores para ti, ni bombones, ni tarjetas… solo decepción y que se acuerden de ti en silencio mientras tú crees que ya te han olvidado. Eso es el TLP, mil definiciones, mil sentimientos para una mente y un alma… desconexión.  

        TLP Y MENTE.