se que me amabas... pero a que precio?


Resultado de imagen de odio espejo mujer

Cuantas veces te pregunte si me amabas y me cuidarías? Decías que siempre estarías ahí, que nunca me dejarías. Pero a la vez el amor que me pedias era demasiado incondicional. Amor si, muchos buenos momentos, miles de lugares, millones de experiencias… llorar mientras me hacías el amor y estar segura de que serias el padre de mis hijos.
Pero aprendí que el precio era demasiado alto, y quizás lo era para los dos. Mi trastorno de personalidad que habíamos negado tanto tiempo y tu manera de tratarme eran una bomba atómica que había explotado demasiadas veces, ahora mi cuerpo mostraba las secuelas. Tu mente se veía cada vez más afectada por las situaciones y yo era tu saco de boxeo, y mi TLP la mejor excusa. Yo te amaba más que al mundo, y tú me amaste más que a ti mismo pero el dolor te impedía amarme como merezco.



Imagen relacionada
Lo intente, te juro que lo intente mil veces…aunque te engañes diciéndote que no lo hice lo suficiente. Recuerdo pedirte disculpas de rodillas, de tantos modos… perder mi dignidad como persona reclamando comprensión ante el dolor de mi alma y mi falta de autocontrol. Pero como me pides que no te quiera sacar los ojos cuando me recuerdas lo que mi madre ha hecho de mí? Como deseas que no te odie cuando me has llamado puta tantas veces como amor? Y que quieres que te diga a estas alturas, que vivo peor sin ti? No sería cierto, al final es más fácil de lo que pensaba. Una liberación para mi mente, para mi cuerpo y para mi garganta. No estaba tan loca, ni tan alterada.

Reconozco que los bajones y el odio al mundo siguen ahí… pero ya no hay detonantes que me hagan explotar varias veces al día. Y me duele en el alma haberte hecho participe de este circo de emociones distorsionadas que es mi mundo, pero estoy segura de que te advertí desde el primer día que acabarías odiándome. Te pedí que nunca me hicieras daño, te creí cuando me dijiste que nunca serias lo que otros fueron para mí: amante y verdugo

Recuerdo la primera vez que paso… y como se hizo algo mas “normal”. No soportabas ver mis estallidos, encerrada en el aseo mientras golpeaba mi cuerpo y me insultaba frente al espejo. Decías que no debía hacerme daño, curioso que al final tu intentaras parar mi dolor con golpes, insultos y reproches



Resultado de imagen de odio espejo mujer

Nunca fui un ejemplo a seguir, nunca fui un ángel… 
quizás tampoco me dejaron. Pero yo creía sacar lo peor de ti, lo peor del mundo. Y ahora que estas lejos veo como tú has sacado a mis demonios mil veces, y los has usado como excusa para culparme por algo de lo que yo soy la primera víctima: mi mente y mi vida. No elegí ser maltratada, ni sentirme siempre extraña. No necesitaba a alguien que me cuente lo que entre lágrimas yo confesaba: que sentía que mama nunca me quiso, que me abandono a mi suerte porque no soportaba ni el mirarme a la cara. Que soy una tarada fruto de una familia disfuncional, curtida por los golpes y envenenada por el odio. Yo sé todo eso, sabia eso incluso antes de que llegaras a mi mundo. Y tú usabas mis miedos, mis traumas y mis confesiones como puñal cada vez que mi ansiedad se desataba.
Yo acaba siempre igual, en el suelo, llorando, tosiendo porque las lagrimas y los mocos me atratagantaban. Roja y sudorosa, susurrando perdón y diciendo que quería morir. Diciendo que todo era culpa mía y que no entendía lo que había pasado.
Tantas veces te dije que debía pedir ayuda, visitar a un psiquiatra. Sé que lo intente, pero ninguno de los dos creíamos que realmente fuera eso lo que necesitara. Mientras en lugar de medicinas insultos y golpes trataban de hacerme reaccionar ante un mundo que cada vez me daba, más asco. Épocas de tranquilidad, y supongo que la llamada “luna de miel”… amarte más que nunca y sentirme una mierda por cada vez que te hacia sufrir. Que me llenaras de regalos como a tu muñeca, vestirme solo para ti. Ser tu musa y tu mi mundo… no me importaba nada mas, ni que mama no me amara ni que no tuviera amigos a los que llamar. Te tenia a ti, que casi siempre me amabas y si no me perdonabas por no ser normal.
Resultado de imagen de odio espejo mujer

Pero eran demasiados años, mi cabeza empezó a funcionar cada vez peor y mi cuerpo se retorcía en lamentos. Mi espalda era una contractura constante, mi estomago escupía fuego… mi cabeza se sentía a reventar. Cada mañana levantarse era el mayor suplicio, muchas veces solo soñaba con entrar en coma tres meses y así poder descansar.
Antes no podía esperar a que llegases a casa del trabajo, ahora me ponía enferma contando los minutos que me quedaban en paz y soledad. Me di cuenta de que había mas mundo, que había otros dispuestos a escuchar y verme de otro modo. Que hasta mi familia me decía que nuestros problemas no podían ser solo culpa mía, y es que ellos sabían bien de lo que soy capaz. Tú negabas todo, achacándome que mis ataques y mis impulsos estaban rompiendo nuestra relación y tus ilusiones por convertirme en tu mujer o en la madre de tus hijos. Pero como decirte que pese a haber hablado miles de veces de boda ya no me apetecía casarme, ya no sabía si quería tener hijos. Me daba miedo la idea de que llegases a golpear frente a ellos o que me pegaras estando embarazada… sé que si leyeras esto dirías que no serias capaz. Pero he visto el odio en tus ojos mientras me dejabas sin aire y decías que si te dejaba me ibas a matar. Y yo suplicando auxilio, llorando… ni siquiera eso te hizo parar.
Quizás haya estado más veces al borde de la muerte de lo que quiero admitir, tantas veces me has dejado sin aire... dolores que estaban ahí durante meses y marcas emocionales que nunca se irán. No digo que no te quiera, pero creo que ya no te puedo amar. Irme ha sido lo mejor que he hecho en mucho tiempo, siento que vuelvo a respirar.


Imagen relacionadaRepito que la vida no es fácil, el trastorno no ha desaparecido pero ya no sufro cada segundo sabiendo lo que me va a pasar. Es cierto que no sé lo que eso de tener una relación que te haga tener menos problemas de los que te llega a causar… quizás no valga para estar en pareja y yo empeñándome demasiado hasta acabar rota. Hasta tirar la toalla.



Ahora no quiero ser señora de nadie, ni madre de nadie, ni darle explicaciones al mundo… no quiero planear la siguiente sesión de sexo porque toca, sexo sin ganas o por obligación… y sabes que no es cuestión de no disfrutar…pero también hay que sentir y eso se nos acabo olvidando hasta convertirlo en un acto mecánico, casi animal. 

Comentarios

Entradas populares