Que sucede?

Estoy comprendiendo que pese a la sensibilidad que me aporta el TLP, he de seguir relacionándome con el mundo para tener vivencias positivas… aunque de las negativas quizás es de las que más aprendamos. El hecho de salir de ese pequeño mundo construido por mí en mi mente me ha hecho dejar de sentir de manera tan intensa muchos de los rasgos que definen el trastorno y que han estado ahí durante meses e incluso años.

Por mi misma he deseado cambiar muchas veces, porque se me hacia insoportable esa manera de vivir y de sentir. Pero también creía que no era posible y que nadie sería capaz de entender del todo lo que soy casi todo el tiempo.

Las ilusiones y los planes se derrumbaron a la vez que se derrumbaba una vida que había creado pero que no era la vida que me merecía, no era una vida en la que poder ser feliz. Decidí vivir e intentarlo pese al miedo y la desgana… pese a los miles de tropiezos. Porque aunque el mundo afirma no verme tan triste creo que es en parte porque cada vez he fui acostumbrando más a la tristeza.

Pero qué pasa cuando ya la motivación para mejorar es algo que además te ilusiona? Una ilusión que por casi primera vez puede que sea capaz de hundir mis miedos. Sentirte muy distinta ante una situación que no parecía serlo en un principio, al menos no distinta del todo.

 Quizás los momentos en los que decidimos dejar un trastorno de lado o decidimos luchar contra sus rasgos de un modo más intenso, sean esos momentos en los que la ilusión puede a la desganada. Esos momentos donde la oscuridad parece poder disiparse algún día, al menos parte de ella.

Y aunque no me queda muy claro si el duelo es una circunstancia que me permita ser del todo yo; más aun, ahora que no me encuentro a mí misma. Pero como digo, cuando la ilusión impulsa más que el miedo. Cuando no te sientes paralizada si no con ganas de seguir adelante, te das cuenta de las veces que has idealizado y que solo tratabas de llenar tus miedos con cachos de otros.

Pero qué pasa cuando estás perdido y de repente algo o alguien te hace recordar lo que fuiste? Cuando algo te hace ser cosas que creías que nunca más serias… que pasa entonces? Idealización o realidad?

Que ocurre cuando pese a querer poner mil barreras te dejas llevar porque no puedes hacer otra cosa? Qué pasa cuando hacer cosas que te hacen sonreír como nunca te dan un poco de miedo? Es acaso el punto en el que decides dejar parte de ese TLP de lado y centrarte en sé, nada más que ser. Qué pasa cuando no sabes si el vacio llegara de nuevo pero ahora eres incapaz de sentirlo? No saber si eres tú o es el mundo el que te lleva a ese cambio y querer que sea permanente… que sea para siempre como si los bajones ya no existieran. El deseo de haber terminado con el sufrimiento ahora que parece que he llegado al límite en ese punto. Pero no creo que eso sea realista… y me da más miedo que nunca caer. Porque cuando te sientes seguro es como si el trastorno no estuviera, como si el pasado ya no doliese con la misma intensidad. Te sientes fuerte y siempre tiendes a pensar que has sanado y que esos rasgos que te han definido tanto tiempo no volverán a aparecer.

Estar bien es un proceso confuso en el que no sabes si todo va bien o si pronto llegara ora caída. En el que te sientes a gusto pero no puedes confiarte del todo. Sentirte sano puede ser motivo de alegría pero también de angustia por volver a tener sentimientos de tristeza.

Y cada repetición de esos signos que te definen como TLP es recordarte que no es posible sanar como por arte de magia, que hay caídas, y hay días y aun hay momentos que trastornan a pesar de que cada día te duelan un poco menos.

La montaña rusa parece no tener esas subidas enormes y bajadas frenéticas, parece que todo puede tomar otro ritmo… no sé si será permanente o perecedero. No sé si en algún momento es posible saber si estas en una buena racha o si te estás recuperando para siempre. Supongo que el trastorno es, también, vivir con ese miedo.