Mejorar no es negar el Trastorno Limite

Esta semana parece que me centro en el mundo real, el mundo que me rodea… pese a seguir tratando de dar explicación a partes de mi vida que quizás nunca encuentre.

El mantenerme ocupada y buscar contacto con el mundo exterior está haciendo que este verano sea una época menos dura, mas fácil teniendo en cuenta que aun estoy casi empezando. Aun estancada en algunos pasos que por fin me estoy atreviendo a dar, espero ser capaz de cerrar de manera definitiva algunos ciclos que ya no aportan nada bueno en mi vida, ni siquiera algo que no haya aprendido ya.

La vida se hace menos dura cuando no hay alguien que constantemente te ayuda caer en tus errores y luego solo te culpa de ellos… soy consciente de mi imperfección, al igual que todos los humanos no son perfectos. Pero también veo como el trastorno puede llevarse de modos diferentes, sin convertir todo tu mundo en un infierno de manera casi constante.

La euforia es algo que apenas aparece ya en mi vida, no dejo de pensar que por eso los bajones duran menos y se llevan “un poco mejor”… lo que es ilusión, ilusión… no sé si volveré a sentirla, pero está claro que la idea de dejar este mundo ya no ronda por mi cabeza como en las últimas semanas y todo parece tener un poco mas de sentido.

Las cosas ahora son casi más difíciles que hace unos meses… al menos en partes de mi vida de las que antes apenas me tenía que preocupar… pero pese a todo me siento más ligera, menos asustada, más ligera y con más ganas de ver lo que llega… porque las expectativas cuanto más lejos mejor por ahora.

No tengo la mente para grandes planes, perro me alegra ver como los pequeños planes sí que van surgiendo, que puedo estar lejos del drama y de la responsabilidad constante por un tiempo y que quizás es en parte lo que necesitaba.

Hay días realmente productivos y otros en los que solo tengo ganas de descansar… mientras el desorden quiere volver a apoderarse de mi mundo, y poco a poco logro controlar esas partes que siempre me han costado un poco más.

No sabía que era capaz de sobrevivir en soledad, pero ahora puedo sentirme algo más orgullosa de lo que soy y de lo que logro por mí misma. No digo que antes no lograra cosas, puede que incluso más… pero la tristeza y el drama empañaban todo haciéndome sentir inútil e incapaz de valorar cada buen paso, cada buena decisión, cada logro.

Los sentimientos de inferioridad no han desaparecido, la ansiedad va y viene pero menos intensa y por menos tiempo… todo va despacio y yo por mi me alegro de ello.

Hay días en los que me sigo despertando sin ganas de salir al mundo, que arrancar me cuesta la vida… momentos de vacío, de no saber qué me pasa, pero entonces me pongo a hacer algo, trato de distraer la cabeza. Muchas veces funciona, otras consigo aguantar hasta que la sensación de ahogo se va marchando de mi pecho hasta apenas recordarla.

Solo son varios días sin caer en la desesperación, en la crisis y en el miedo. Unos días en los que parece que todo es un poco más llevadero.  Pero es agradable salir de esa rueda, de ese círculo de mierda.

El TLP no se ha ido, no se marcha de la noche a la mañana. Aun lo siento en la boca del estomago, en la cabeza... en el vacio… pero supongo que cada día me conozco un poco mas y cambio cosas que a la larga traen paz.

Solo quiero aprender que los sentimientos son eso, sentimientos que tarde o temprano se van… son solo sensaciones que no tienen porque llevarme siempre a la acción… razonarlo ahora es fácil, veremos lo demás.