Confusion permanente. Quien soy?
Estado
permanente: confusión, miedo y una profunda ansiedad
Cada
semana un problema diferente, una idea obsesiva que me quema… sentimientos de
miedo y no querer enfrentarme a muchas cosas. El sentimiento de culpa no es tan
grande como era antes, pero hay veces que regresa aunque me repita que no hay
motivos para ser culpable de vivir, más bien de intentar re-vivir.
El
problema, llevar una vida normal mientras trato de bajar la ansiedad sin abusar
de la medicación para que no afecte a mi rendimiento, pero a la vez intentando
controlar cosas de las que muchas veces no soy consciente Esas ideas
conspiranoicas y la idea de que el mundo va en mi contra; esa idea que lleva más
de media vida rodándome la cabeza. Soy consciente que me desdigo muchas veces,
porque al tener sÃntomas más sutiles muchas veces los paso por alto.
La vida
es una espiral que no deja de dar vueltas, y todo se torna complejo a cada
vuelta de tuerca. Se me escapan los dÃas de las manos mientas cada vez tengo
menos claro lo que quiero, las indecisiones son un básico del dÃa a dÃa.
No
recuerdo apenas una época de mi vida en la que ha
La vida
es una espiral que no deja de dar vueltas, y todo se torna complejo a cada
vuelta de tuerca. Se me escapan los dÃas de las manos mientas cada vez tengo
menos claro lo que quiero, las indecisiones son un básico del dÃa a dÃa.
No
recuerdo apenas una época de mi vida en la que ha pasado más de dos meses de
relativa tranquilidad mental, hace ya dos años que le di un giro radical a mi
vida Convirtiéndome después de una década en soltera e independiente… enfrentándome
a mi mayor miedo ESTAR SOLA. Ahora es irónico que lo que me da miedo es dejar
de estar sola, me he acostumbrado a la tranquilar de no compartir mis trastornos,
mis miedos y mis paranoias, no compartir mis dÃas de bajón con nadie, escondida
al cien por cien del mundo. Me aterra enormemente el hecho de volver a
compartir mis dÃas oscuros con alguien, que alguien vuelva a ver el monstruo
que a veces hay en mÃ.
Hoy después
de muchos meses sin hacerlo, me he dejado llevar por un momento de estrés y me
he hecho daño a mà misma. Me he golpeado varias veces con fuerza, dejando
marcas rojas en mi piel. Y la sensación ha sido tan diferente después de casi
dos años sin sufrir malos tratos por parte de nadie, el dolor se siente
diferente después de toda una vida acostumbrandome a los golpes de otros y de mÃ
misma. Recuerdo haber reprimo el impulso de golpearme en meses anteriores, y
hoy al volver a hacerlo he sentido la decepción de un yonkie que recae tras
meses de abstinencia. Porque esa reacción muestra el odio que sigo teniendo
hacia mà en mi interior, y la incapacidad de manejar los altos niveles de estrés
a los que me estoy enfrentando actualmente. Es un nuevo tropezón en mundo, caer
y no poder compartirlo con nadie fuera de terapia. De ahà mi miedo a no estar
sola, y que esos demonios salgan haciéndome quedar de nuevo como “una loca”.
Los dÃas
se ven difuminados entre humo y letras… las horas pasan demasiado rápido y
cuando te das cuenta ha pasado ya un año. Y todo en mi interior parece seguir
igual, aunque siendo racional muchas cosas han cambiado pero parece que no me
logro librar de todo lo que me arrastra a la oscuridad cada dos meses
aproximadamente… como cuando llega el equilibrio mis miedos rompen todo y es
volver a empezar; cada vez con menos fuerzas, con menos ganas, con menos
ilusiones…
Convertida
casi en un autómata que reza por ser capaz de cumplir las funciones básicas del
dÃa, como un robot que se mueve por inercia. No sentir ilusión por nuevos
proyectos, ver como es tan fácil destruirlo todo de un soplido, que me quedo inmóvil
sin ganas de soltar el aire por miedo a que se desencadene un huracán que
vuelva a poner mi mundo patas arriba, una vez más. Inmóvil mientras la vida
pasa, y siento que vivo pero a medio gas… porque tengo miedo de disfrutar
demasiado y que llegue la mala racha. Me cohÃbo y lo repienso todas mil veces,
el impulso es algo que también aparece cada vez menos, pero cuando lo hace
sigue siendo altamente destructivo.
Y que
el mundo sea un recordatorio de que debes ocultar tus cambios de humor, aunque
se te note en la cara… porque eso solo pondrÃa las cosas peor. Y es que hay
veces que pedir ayuda significa condenarse, y no queda otra que vivir el dolor
en silencio y hacer como que eres2uno de ellos” de esos que se consideran a sÃ
mismo normales.
Veo
todo bastante difuso, apenas me rio con ganas. Me vuelve a costar irme a la
cama y también despertarme por las mañanas. He vuelto a caer en los errores que
me han definido durante mucho tiempo. Sigo volviendo al punto de partida de
esta espiral que se repite sin parar.
Me
cuesta la vida, me canso de todo… Me cuesta decirme, me angustia tomar
decisiones. Me duele el alma, la vida… no sé ni quien soy de nuevo. He
intentado reinventarme tantas veces que no sé muy bien donde me he perdido.
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