El abuso, la culpa y el camino a la sanacion emocional

Hola a todos, en esta entrada quiero darle un enfoque un poco distinto al blog aunque también está relacionado con el tema general que siempre se trata.
Creo que es una entrada que puede interesar a personas que padecen algún tipo de trastorno de personalidad, depresión, pero también a cualquier persona que ha vivido o está viviendo una situación de abuso.
Esta demostrada la importancia de los primeros años de vida en la formación del carácter y la personalidad de un individuo.
Hay muchas formas de aplicar maltrato que pueden englobarse en los siguientes grupos:
Físico /emocional o psicológico /negligencia o abandono sexual,incluyendo mostrar imágenes pornográficas a menores.
En algunos contextos aún sigue normalizado ejercer la violencia física o psicológica en el proceso de "educación" y crianza de los hijos. Pese a que, en mayor o menor medida, esto deja una marca permanente en la personalidad del futuro adulto
Tanto una sobreprotección extrema, normalmente basada en el miedo de progenitor; como un entorno abusivo pueden desencadenar trastornos de tipo social, depresivos, problemas de ansiedad, trastornos alimenticios, trastornos de personalidad, etcétera
En un alto porcentaje de estos individuos se dan sentimientos de vacío, depresión, miedos y/o fobias,  problemas sociales, relaciones tóxicas, abuso de sustancias o similares
Como víctima de maltrato físico y psicológico en mi infancia cumplo o he cumplido muchas de las pautas anteriormente mencionadas.
Pese a tener una vida que puedo definir como funcional, aún soy consciente de que estás heridas de la infancia siguen doliendo y creando barreras a día de hoy.
En mi caso pasé por varias fases en el proceso del maltrato y posteriormente:
Los recuerdos de mi infancia hacia mi progenitora son una mezcla entre miedo, amor, sentimiento de rechazo, odio hacia ella, odio hacia mí misma y ganas de ser amada y o aceptada.
La sensación de no ser normal era constante como si la falta de afecto fuera en parte culpa mia.
Mi educación en casa fue basada en reproches, golpes, insultos, amenazas miedos... pero mis necesidades básicas como alimentación etcétera siempre fueron cubiertas.
Se me inculcaron ideas nefastas sobre la amistad y las relaciones románticas; la advertencia de que hay que desconfiar y que el mundo es cruel era una constante.
Era sumisa, me escondía pero después llegó la adolescencia y con ella se desataron muchos problemas causados por una mezcla de miedo e ira.
Todo se torno en devolver los golpes y no quedarme callada; además de eso, empecé a usar la violencia como forma de desahogo en algunas ocasiones. También pasando por probemas en la alimentación e ingresos hospitalarios, incluyendo intentos autoliticos.


Después de esa fase, años más tarde y desde la distancia; cuando el maltrato físico había terminado, pero había un coacción y manipulación psicológica y bastante abandono. Aqui debido, creo, a la rabia y mi falta de autoestima, empecé a medio justificar a mi progenitora y su maltrato pensando que aquello que me había hecho quizás no era tan grave pese a que fuera casi constante desde que tenía uso de razón. Convertir a esa mujer en la mejor madre en mi mente, aunque nuestra relación era bastante tóxica y precaria y, como he dicho, en la distancia.
Sin darme cuenta cada vez tenía menos amigos, cada vez estaba más aislada y desconfiaba más de la gente; todo esto ayudo a acabar encerrada en dos relaciones tóxicas casi consecutivas desde mi adolescencia hasta mi adultez.
Mientras tanto yo no paraba de pensar que había algo en mí que sacaba un monstruo de todo el mundo que me merecía todo lo que me estaba pasando.



Tras otro largo proceso en el que pasado por intentar entender, aceptar. En el que también es odiado y me he odiado a mí misma, al final, tome una determinación que siempre había temido, supongo que en parte es por mi miedo al rechazo y al abandono. Corte relación con la fuente de ese dolor,y aunque aún hay heridas, todo se lleva mejor.
Es decir, es difícil o muy difícil salir de un círculo de abuso y violencia; pero cuando se logra el bienestar personal solo puede ir en aumento. No significa que instantáneamente nos sintamos absolutamente mejor, porque es difícil enfrentar a la soledad y es difícil sentirse distinto al resto y reconocer que hay heridas internas que siguen doliendo. Pero un paso a la sanación es vivir en un entorno seguro, lejos del abuso, lejos de lo que nos ha creado ese trauma o ese dolor. En muchos casos como en el mío, la terapia puede ayudar mucho crear nuevas formas de pensamiento, nuevas formas para enfrentar situaciones y nuevas formas de ver la vida. Creo que es importante borrar en la medida de lo posible el sentimiento de culpa y darse cuenta de que se ha sobrevivido.
Ser consciente que muchas veces se trata de justificar el abuso o el maltrato porque la persona que infringe o el maltratador también vivió una situación similar en su infancia y/o juventud, pero creo que no es tan fácil; yo también he sufrido esos malos tratos y evito siempre infringirlo, siendo consciente del daño que pueden causar en un individuo. (pese a que en las crisis cuando alguien se siente amen
azado soy cnsciente de que se puede reaccionar de un modo vioento).
Si en tu caso has vivido malos tratos está en tu mano la capacidad de romper esa cadena de violencia, alejarte de relaciones violentas o abusivas tóxicas del tipo que sea, buscar ayuda para aprender a manejar el posible trauma, las emociones desbocadas, un posible trastorno una depresión... Esto junto con el autoconocimiento son partes fundamentales para romper estos patrones.

Quiero recalcar la idea de que sentirse culpable solamente nos limita y no es una realidad, nadie es culpable de lo que otra persona decide hacer nadie es culpable de sufrir un maltrato o un abuso; al igual que la victimización no ayuda, la culpa nos paraliza.

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