Gestión de una crisis
En los últimos días el cansancio parece
casi constante, pese a tener tiempo para mí misma no logro descansar tanto como
quisiera.
Comer chocolate y dulces de forma
compulsiva. La cercanía de las fiestas, desplazamientos y hacer balance de
estos meses y de los últimos años de vida no ayudan a mantener el ánimo.
Las dudas vuelven y la ansiedad va y
viene, hay momentos en los que logro ser consciente y lo corto. Lo importante
es no actuar a causa de esas emociones desbordantes… el miedo al abandono es
algo que nace en mi pero que no necesito estar cuestionando de forma constante
con el mundo. Cuando siento que necesito alejar mi mente de esas ideas y no
puedo tengo miedo de volver a caer en esa forma de vivir a la que me había
acostumbrado.
Hoy he podido calmar la ansiedad sin
necesidad de recurrir a la aprobación de otros, sin necesidad de mendigar atención.
He salido a pasear, hacia frio en la calle. Me he abrigado bien pero el frio ha
ayudado a que mi cuerpo se relaje… a que la sensación de tensión sea más
llevadera. He pensado que como había dormido un rato antes quizás no estaba
bien hidratada. He tomado un zumo para hidratarme y consumir un poco de azúcar.
En la calle he estado observando el cielo, las estrellas y he sentido que el
frio del ambiente me hacía sentir mejor. He caminado y tapándome la boca con
una bufanda para acallarme he gritado con todas mis fuerzas… he repasado mentalmente
las cosas que ya no necesito en mi vida y he regresado a casa.
Ahora los miedos no están ahí como hace
un rato, ya no siento esa presión en el pecho…y aunque nada ha cambiado y sigo
teniendo que cumplir mis obligaciones de estos días, ya no me siento tan
abrumada.
He sido consciente que estos días es
posible que me pase a menudo tener emociones desbordantes de nuevo, tratare de
ser paciente conmigo misma, usare ansiolíticos si lo necesito y descansare y me
hidratare todo lo posible.
Estas Navidades no voy abusar del alcohol
y voy a disfrutar de cosas que no he disfrutado en mucho tiempo… este año mas
que festivo va a ser mi renovación. Soy consciente de que va a ser más duro de
lo que pensé hace unos días… que va a ser necesario también.
No es un propósito de año nuevo, es una
necesidad de cambiar mi vida de una vez. De no dejarme llevar por las crisis,
de no hundirme a mí misma. De ser paciente conmigo y con el mundo, de comprenderme
cada día un poco más.
Ya no quiero ser perfecta, me sirve con
ser.
Comentarios
Publicar un comentario