Pensamiemtos, los monstruos del pasado

Es una putada querer razonar con la mente cuando entra en espiral de obsesión, de miedo, de incertidumbre.

Es como querer meter ideas en una caja con agujeros, y que según entra la idea sale por otro lado. Y ahí me veo yo intentando meter una idea racional en una cabeza que solo quiere hechos constantes que le demuestren que las cosas son reales y no una mera ilusión o una idealización de la realidad.

Me he dado cuenta de cómo el miedo no !e deja disfrutar de las cosas que deberian ser emocionantes, de los nuevos retos... En lugar de eso me paso el tiempo esperando que algo desastroso acabe por hundir mi "felicidad".
No digo que nunca se vaya todo a la mierda cuando confío, pero si que ha pasado varias veces y ahora es como si no !e permitiera creerme nada del todo. Y aunque duele, supongo que es una especie auto protección ante un daño más fuerte, como el que evita enfrentarse a la muerte quitándose la vida antes.
Y que esas dudas pueden vivirse como una agonía constante, es un estado de incertidumbre infinito que pesa...
Si lo pienso esos miedos me han perseguido siempre en determinados momentos cruciales de mi vida, en momentos importantes. Pero creo que es algo que se ha ido agravando con el paso de los años.

Luchar contra ideas que sabes que vienen de la nada, ideas que tu mente decide hilar sin buscar un sentido más allá de la razón de siempre... Quizás esto sea demasiado bueno para mí.
Porque si hay algo difícil en este proceso es ganar autoestima. Y si se gana es a pasos pequeños y personalmente siento que aun me queda una montaña que escalar.

Y no es que el mundo siempre me lo ponga fácil a la hora de tratar de luchar contra las ideas nefastas sobre mi misma, porque cada cierto tiempo las circunstancias me llevan a ese punto de inflexión en el que dudar de mi es rutina diaria. Y cuando alguien te hace ver que quizás no encajes, o incluso aunque te digas que no encajar, el desprecio duele más.
Por mucho que tenga clara la idea de no necesitar agradar a nadie más a que a mí misma, esa sigue siendo una tarea casi imposible.

Y aquí vuelvo enlazar la falta de autoestima con las situaciones de abuso que he vivido en distintas etapas de mi vida. Cada momento!entonces que fue rompiendo más y más una autoestima que apenas estaba formada.
Ahora es como si emanara a ratos una falsa seguridad que por dentro de cartón hueco... No hay nada que la sustente. Mientras dentro de mi cabeza !e repito cada día las miles de cosas que debería de hacer mejor y la cantidad de ideas que sería genial desechar y abandonar para siempre. Pero hay partes de la mente que tardan en "desprogramarse". Mis respuestas siguen siendo parecidas a la respuesta de una presa huyendo del depredador invisible.
Es como si el aliento de esas sombras aún soplará en mi espalda cada vez que dudo de misma, es el pasado viniendo a ponerme la zancadilla de manera constante. Evito los obstáculos a veces, pese al sufrimiento. Otras veces me caigo y siento que mis piernas no sirven de nada a la hora de salir de este camino. 

Pero tengo claro que aún tengo que recomponer muchos pedazos de mi misma, que no será fácil porque como he dicho esos pedazos sin siquiera habían llegado a formar una personalidad concreta.

Quizás use demasiado la palabra renacer, pero es así como me siento. Hace meses que la vida es un renacer constante, pese a no estar carente de sufrimiento.

La idea de que las ideas pueden ser mentira resulta chocante. La idea de que no soy mi mente es provocadora... Siempre !e había sentido identificada con esos pensamientos de mierda que hace tanto que !e acompañan. Pero mi mente aún es títere de las pasadas circunstancias , he de tener paciencia y no dejar que esas sombras se conviertan en monstruos.

Hay días que pensar puede ser una condena, pero supongo que es parte de comprender que puedo cambiar ese pensamiento.