Empaquetar tu vida
Cuantas veces has tenido que empaquetar
tu mundo?
Es esa mezcla de excitación ante un
cambio que quieres que llegue, per a la vez es una tortura. No se me da bien
organizar las cosas con tiempo… Es como que necesitara el estrés para poder dar
el paso definitivo que me pone en marcha. Acostumbrada a moverme siempre en una
cuenta atrás.
Enfrentarme de nuevo a cosa que siempre
me han costado, aunque lo haya hecho tantas veces… Creo que desde aquella vez
con 15 años, la primera vez que empaquete parte 2de mi vida” y dije adiós al
resto para nunca volver; desde aquella vez e enfrentar a una mudanza me da
bastante vértigo.
Y esa frase de mierda que se repite en mi
cabeza… Es acaso mi destino seguir deambulando por el mundo como una especie de
“espíritu nómada” casi forzado? La eterna viajera que no tiene raíces, porque
cuando las hecha se las cortan.
El ano pasado mi reto fue enfrentarme a
mi mayor miedo: la soledad. Ahora toca
otro gran reto: empaquetar mi vida y lograr desprenderme de lo que no necesito…
hacerlo sola y ser capaz de ello. Y como siempre me encuentro en esa cuenta
atrás contra reloj. A ratos activa, a ratos completamente paralizada.
La escritura, mi vía de escape que
empieza a reclamar de nuevo mi atención, pese a la falta de tiempo, de ganas...
falta de concentración.
Y es que hace meses que me siento en un constante
cambio y aun me cuesta reconocer quien soy ahora mismo.
Este texto no es una queja, ya que pese a
estrés y todo lo que describo los cambios están siendo para mejor; siempre son
para mejor. Creo que mis mayores crisis han venido en tiempos en los que nada
cambiaba y me sentía sumida en una desgracia permanente. En los últimos meses
mientras todo cambia apenas tengo tiempo de procesar los cambios, y quías ese
es el motivo de una desorientación, de un desconocimiento que aunque no me da e
miedo que me hubiera dado hace tiempo; sigue sumiéndome en un estado de
confusión que supongo que es “lo normal”.
Pero es que siempre volvemos al punto de
partida en algunos aspectos, el mío es estar de nuevo empaquetando mi vida para
enfrentar otro nuevo cambio y sintiendo que será siempre positivo. Un cambio
positivo no es un cambio fácil, de hecho creo que las cosas que más nos cambian
o aportan son aquellas que no son fáciles de lograr.
Creo que el avance o la recuperación del
control de tu propia vida están afectados por diferentes factores. En mi caso
es el cambio que genera la terapia en mí pero también es la actitud de aceptar
y abrazar el cambio como modo de vida. Supongo que es así, al menos hasta
lograr una estabilidad más o menos general en todas las áreas de la vida. Además,
es necesario tener en cuenta que a medida que pasa el tiempo y la sucesión de
la vida en si misma nos convertimos en personas distintas; y esto es parte
inevitable de la evolución.
Y
mientras empaquetas tu vida vas vaciando la maleta emocional que te
tiene anclado en el miedo y en lo malo conocido. Empaquetar tu vida a
veces se convierte en renacimiento, en reciclaje, en
sanación.
Comentarios
Publicar un comentario